ENSAYO
SOBRE: APUNTES PARA UN ESTADO PLURINACIONAL POR XIMENA SORUCO SOLOGUREN.
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo pretende realizar un análisis breve
sobre el preámbulo de la obra escrita por Ximena Soruco Sologuren, Apuntes para un Estado Plurinacional. La obra en
esencia señala que actualmente existe una profunda polarización política en
Bolivia, refiriéndose a una Bolivia indígena, arcaica, subdesarrollada y pobre
asentada en el occidente y otra moderna, con un mestizaje regional, exportadora
y próspera, en el oriente. La polarización de estas dos naciones dificulta una
convivencia armónica, motivado a las visiones distintas en aspectos como el proyecto
autonómico, federalismo, gobierno binacional, separatismo, etc.
Este ensayo manifiesta que ante la situación planteada
el movimiento indígena popular está impulsando un proyecto plurinacional
incluyente que articula al pueblo, con un horizonte político claro, viable y legítimo,
para todos los Bolivianos, en contraposición de la visión opositora oriental
separatista, excluyente, discriminadora de carácter burguesa y elitista.
DESARROLLO
Hasta hace unas dos décadas y desde de la caída de la Unión Soviética se pensaba,
incluso desde la izquierda, declarar muertas a las ideas del marxismo sobre la
lucha de clases, a las clases obrera, campesina e indígenas originarias como
sujetos revolucionarios y al propio socialismo como necesaria negación del
capitalismo, alegando la adaptabilidad y capacidad de renovación infinita del
capitalismo, y resignándose con ello a la teoría del fin de la historia y el último
hombre de Francis Fukuyama. Hoy vemos como la realidad es
otra muy diferente al observar cómo han surgido en la región en estas últimas
dos décadas movimientos populares y gobiernos progresistas de izquierda con un
profundo carácter social, independiente e incluyente.
Es así es como la idea de un “nuevo proyecto histórico” que sigue siendo
basado en un proyecto originario, pretende sustituir el concepto del modo de
producción capitalista por el socialista ancestral de los pueblos originarios
de América, en el que impera la producción planificada de valores de uso para la satisfacción inmediata de las necesidades
humanas y en el que no hace falta un mercado como instancia
intermediadora, ya que se planifica, se produce y se consume en comunidad.
Esto es precisamente lo que las
clases dominantes burguesas a escala mundial quieren evitar a toda costa: la “resurrección”
de un socialismo libre de deformaciones, dinámico en su aplicación e implacable
como arma en contra de un sistema perverso que descansa sobre la explotación
económica, la dominación política, la discriminación social, la militarización
genocida y la alienación humana. Considerando además que el socialismo, en el
siglo XXI, no puede ser otra cosa que el opuesto exacto del capitalismo en el siglo XXI. Es por
eso que las clases dominantes están interesadas en la implementación de su
modelo único, excluyente dominador y caduco, y por lo cual se resisten con
todos sus medios a los procesos de cambio impulsados desde las bases populares.
CONCLUSIÓN
La autora de la
obra Ximena Soruco refiere: “El sujeto indígena
puede reconocer su opresión actual, su exclusión histórica y cuestionar al
sistema político porque actualiza la memoria de otros ciclos rebeldes y sujetos
políticos indígenas, en los que se reconoció el origen de la dominación y se
generó proyectos políticos diferentes”.
Hoy, la realidad palpable en
todas partes del mundo sigue siendo la que ha sido formulada desde hace
exactamente 160 años por Carlos Marx y Federico Engels, en su Manifiesto del
Partido Comunista:
“Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una
historia de luchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones
y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos,
frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas
veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la
transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de
ambas clases beligerantes.” (Marx/Engels)
La paradoja aquí radica
en que el movimiento indígena contemporáneo Boliviano está impulsando el
proyecto plurinacional incluyente, así como el proceso de transformación actual
como un proyecto plurinacional, tal como lo establece la nueva constitución boliviana,
esto en contradicción con el proyecto criollo-mestizo del Estado-nación, que se
ha constituido precisamente en contra del indio, negando su condición de sujeto
político, evidenciando esto la nobleza, visión de futuro y madurez política de
las clases populares indígenas y campesinas originarias en la región.
BIBLIOGRAFIA
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